Los Aires Difíciles es Almudena Grandes a la máxima potencia, ejerciendo su magisterio, y es un libro excelente.
En Malena es un Nombre de Tango, Almudena Grandes ya se destapó como una novelista de largo aliento y de novelas río con sagas familiares que se entroncan en el tiempo y en el espacio.
Sin embargo, en Los Aires Difíciles, el control del ritmo narrativo, las acertadas elipsis, los continuos vaivenes en el tiempo, así como la soberbia alternancia de las diferentes líneas argumentales, alcanzan una equilibrada perfección de clásico.
Por otra parte, el estilo literario de Almudena Grandes es de una calidez que resulta, sin embargo, inimitable. En las oraciones largas, siempre introduce algún requiebro solo al alcance de los maestros, y en el terreno más coloquial es castiza / madrileña de pura cepa y, por lo tanto, con una mezcla de gracia sureña y adustez norteña, difícil de lograr cuando nos ejercitamos en la réplica de su, en apariencia, asequible estilo.
Por decirlo de alguna manera, el árbol narrativo crece en sentido inverso, desde las ramas de estas dos familias, hacia las raíces que cada una tiene ancladas en su pasado en Madrid. Su común asistenta será algo más que el nexo de su nueva vida en el Sur, junto al mar y a merced de los aires difíciles de poniente y levante, será también su futuro.
La adaptación cinematográfica de Los Aires Difíciles corrió a cargo de Gerardo Herrero en la dirección, con Carmen Elías, entre otros, en el reparto.
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