Entre el rock patrio, recuerdo haber visto a Revólver en el Antzoki en formato Power Trío. Sold out de Carlos Goñi y Cía que presentaba nuevo disco y repasó su dilatada carrera ¿en solitario? Podría ser, pues Revólver es Carlos y Goñi es Revólver, tanto monta monta tanto. Un concierto coreable que hizo las delicias de un público madurito que acudió en cuadrilla y/o pareja con ganas de practicar baile y karaoke a partes iguales. Es más, en las escasas ocasiones en que a Carlos se le ocurrió alargar los solos de guitarra -en "Eldorado" y poco más- hubo quien le silbó urgiéndole a que volviese al estribillo y se dejase de lucimientos superfluos. De la banda, destacar al batería, impoluto con su chaleco y su larga melena ¡planchada!, parecía más un espectador en un concierto de Hard Rock que uno de los protagonistas del bolo. Extrañamente, se colocó con su instrumento de perfil a la izquierda del escenario, cuando lo habitual es ocupar una posición centrada y de cara al público tras el guitarra y el bajo.
Bilillo y los Sullos ha sido un descubrimiento reciente que vi por partida doble: en el Espacio Utopian de Algorta en una desangelada noche de viernes con el Athletic jugando en Europa y en el Azkena una calurosa noche de verano con media entrada. Bilillo lideró en los primeros 80s la banda bilbaína "Los Santos", enclavada en los sonidos de la Nueva Ola / Movida, émulos de la New Wave británica. Y de aquel proyecto ha reclutado para "Los Sullos" a José Antonio López Iturriaga a la guitarra acústica -hermano del gran baloncestista "Juanma" y de Mikel "El Comidista" de El País, ¡vaya una familila de talento!- y Juan López a la eléctrica. Mientras Eduardo "Baxter" Basterra se ocupa del bajo y de la dirección artística. Buenísimas letras en castellano como no escuchaba/leía en años -desde el mejor Calamaro de "Honestidad Brutal", para ser más exactos- y estiloso gusto a la hora de plasmar los sonidos folk-rock americanos.
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