martes, 20 de octubre de 2015

Sonabia Beach

La playa de Sonabia tenía un aspecto remozado. El antiguo sendero que llevaba a Liendo y Laredo estaba despejado de maleza. Aquí y allá se podían recoger moras sin ortigarte las piernas. El caballo que recordaba de años anteriores seguía relinchando, fiel, a mi paso. Ahora el camino daba un ligero rodeo y evitaba las dunas. Se conoce que los ecologistas habían hecho bien su trabajo durante el invierno.


viernes, 16 de octubre de 2015

Hogjaw

Hogjaw es una banda de rock sudista/sureño de Arizona con auténticos rednecks en sus filas. Su gigante cantante [Jonboat Jones] ruge como un oso Grizzlie encabronado y se cuelga en bandolera una Gibson Classic que le calza como una mandolina. Adornado con largas e hirsutas barbas y tocado con una visera de béisbol cuyo lema rezaba "The Best", parecía la reencarnación del mismísimo y entrañable Grizzly Adams.


Divagación Cultureta

Últimamente, me estoy tomando demasiadas libertades con los préstamos culturales. Tema que me inquieta e intriga a partes iguales. ¿Que hacen, por ejemplo, 20 Lp´s de mi hermano junto a mi mesilla de noche, donde reposa el tocadiscos que tomé prestado de mi madre?


miércoles, 14 de octubre de 2015

La Red

La reunión comercial en La Red se desarrolló por los cauces habituales. A la salida, Alexia le invitó a Zigor a tomar un refrigerio en la salida del café. Los números del último trimestre han sido horribles, le tiró su Directora a bocajarro mientras Zigor se quemaba los labios con el vaso de plástico.

viernes, 9 de octubre de 2015

Segundo Premio de Los Planetas

Andoni se dejó caer en el sofá, aburrido, y encendió el televisor con el mando a distancia. Sintonizó el canal de una emisora de rock donde sonaba Segundo Premio de Los Planetas. Su cerebro, en plena ebullición sinestésica, comenzó a percibir colores y a trastocar palabras al son machacón de la batería de Eric y el desbarre melódico de J.


miércoles, 7 de octubre de 2015

La Venus del Diván

Alazne miró por la ventanilla del autobús y saludó con un distendido giro de muñeca a su vecina. Se acomodó en su asiento y seguido se enfrascó en la novela que leía a ratos muertos entre semana. Para su sorpresa, le costó retomar el hilo argumental de la historia que tenía entre manos. Así que dejó volar su imaginación hasta el lecho donde a esa temprana hora aún retozaría Julen.