Edu carece del chorro de voz de otros cantantes, pero tiene una entonación y un timbre muy peculiar que explota la rock and roll actitud como hacía tiempo no escuchaba. Txus es un guitarra rítmica con mucho oficio y, apoyado en su sonido, Alfredo eleva unos riffs rotundos como puños de alta potencia directos al estómago. La base rítmica de garantía se sostiene sobre los hombros de Oskar Piñeiro y Galder Creo. También recalcaría la madurez de las letras de Edu quien, es de agradecer, nos trata a sus fans como personas adultas.
Acelerado empieza muy arriba y veloz, toda una declaración de intenciones del sonido Tacoma, su Wild Flower (The Cult), su Hard to Handle (The Black Crowes), y un reproche a la gente exagerada, descontrolada y sobreactuada que nos cruzamos por la vida. Si hablásemos de referencias locales, Burning o M Clan serían buenos ejemplos. Ni Todo Lo Contrario es un aviso a navegantes en forma de autorretrato que sigue la veta de riffs pesados (The Cult) y rock sureño (The Black Crowes). Perro Vagabundo sigue esa línea de estilo musical con una sensual letra de macho en celo muy bien traída.
Los Nuevos Ídolos explota el sonido The Cult y es una crítica directa a la engañifa de la industria musical y la promoción masiva que hace de las jóvenes estrellas que le interesa vender en los media. En Sustancias el riff afilado de "Frule" marca la pauta de una necesidad, urgencia. Y los larsens guitarreros del puente dan rienda suelta a la adicción, aliviando la presión y tensiones del mundo moderno. Una Necesidad es otro temazo, con el wah-wah de la guitarra de "Frule" a pleno volumen en su tenso duelo de guitarras con Txus, y la colaboración de Iñaki "Uoho" Antón en el solo de guitarra.
Nadie es de Nadie es una balada de desamor y ruptura sentimental que podría haber grabado el mismísimo Miguel Ríos en la plenitud de su Rock de una Noche de Verano. Si bien los acordes y el contrapunto del toque de batería nos traen ecos de la mítica Siempre Igual de Los Suaves. Malas Compañías es un desparrame stone del periodo Mick Taylor (Sticky Fingers / Exile on Main Street, y por ahí) con énfasis en los coros femeninos y acercamiento al sonido sureño de bandas como Lynyrd Skynyrd, Steppenwolf, The Allman Brothers, Black Crowes, y similares.
Bienvenidos al Futuro trata el asunto del aislamiento que produce la tecnología entre los nativos digitales en esta nuestra tan cacareada era de la comunicación (llevado al extremo, el caso de los jóvenes japoneses denominados Hikikomoris). Sonido The Cult por antonomasia, Edu emula con nota a Ian Astbury y "Frule" hace lo propio con Bill Duffy. Marina es un dueto de rock bastardo, cruce de los mejores Rodríguez y Sabina ("por las venas de la madrugada corre sangre fría y soledad / corazones rotos que naufragan dentro de un vaso de cristal"). La armónica brilla sobre la historia de fondo de una mujer juerguista y disfrutona.
Y la banda está desatada como cierre y fin de fiesta. La misma que Tacoma organiza en sus conciertos y he tenido ocasión de disfrutar por dos veces: en verano pasado en el Txiringuito de Ereaga, y el 23 de Diciembre en el Kafe Antzokia. Aunque me los perdí en Febrero en La Ribera y en Junio en el Gran Hotel Puente Colgante, queda claro que hasta las versiones las eligen con gusto exquisito: I Believe in Miracles de Los Ramones.
¡¡¡Ganas de volver a ver a Tacoma en vivo!!!
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