lunes, 14 de marzo de 2022

Christina Rosenvinge en Sala BBK (24-Oct-2019)

Era la segunda vez que la veíamos ese año (2019/prepandemia). Después de haber acudido el Jueves 05 de Abril a la presentación y firma de su libro Debut. Entonces le prometí volver el Viernes 26 de ese mismo mes en el Social Antzokia dentro del MAZ Basauri. Pero se cruzó Dylan en nuestro camino y me decanté por el bardo. El caso es que allí estaba el Jueves 24 de Octubre, en la Sala BBK y entre candelas.

Irrumpió imperial en el escenario. De riguroso negro de pies a cabeza: botines, pantalones que cubría con un vestido/falda por debajo de las rodillas y body ceñido con el hombro derecho al desnudo. Acompañada por dos escuderos de aire hipster a la guitarra eléctrica y batería. Mientras ella alternaría la guitarra acústica con el piano eléctrico.

Sin embargo, lo curioso de la performance fue que Christina eligió extractos de su libro como hilo conductor de los temas que interpretaba. El reto era arriesgado porque la cantante tenía que intercambiar el libro con los instrumentos, La voz cruda de rapsoda con la letra entonada. Así que, para los no avisados, el inicio pudo parecer un tanto improvisado y nervioso. Pero, para nada, porque Christina mostró enseguida un dominio del espacio escénico.

De este modo fue desgranando Alta Tensión, historia de un fracaso amoroso (que siempre inspiran más que los períodos felices). Sus acordes al piano reminiscentes del Goodbye Stranger del álbum Breakfast in America de Supertramp que Roger Hodgson interpretará en Junio en la Ola de Sondika dentro del BBK Music Legends Fest. Le siguió Romeo y los Demás como contrapeso sentimental.

En La Distancia Adecuada Christina nos retó a que adivinásemos, en tres minutos, quién era el protagonista de la canción. Y al terminar nos lanzó la pregunta al público de si lo sabíamos. Y no puede evitar responder que sí, sin mentar al culpable/pecador. Aunque la propia Christina reconoció que le habían llegado a llamar varios ex atribuyéndose el mérito/demérito de ser los inspiradores de la canción, Óscar Cubillo, a escasas dos mesas de mí, apostó en su crítica del día después (supongo que con conocimiento de causa) por Nacho Vegas y sus más que confesos escarceos con la heroína.

En la crítica que hicimos en este blog del álbum Tu Labio Superior dejé escrito: "escucho en La Distancia Adecuada el verso esa señorita que rima conmigo y me retrotrae a la guasa de Alex y Christina, pero qué diferencia de tema, enfoque y madurez. Y me sorprendo a mí mismo haciendo adivinaciones cabalísticas sobre posibles triángulos amorosos con su pareja y la mencionada señorita que, intuyo, es más una sustancia ilegal que otra chica". Si bien las cábalas que, en realidad, entonces me hacía oscilaban entre Ray Loriga / Cocaína y Nacho Vegas / Heroína,

Ahora también me inclinaría por la versión del maestro Cubillo y aquel Verano Fatal con Nacho Vegas. Ya que Christina se distancia claramente de la sustancia en cuestión cuando se queja amargamente (incluso, con retintín, exhausta de haberlo intentado una y mil veces, diría que dándolo por imposible) me muero por estar, contigo al naturalDel siguiente tema, Negro Cinturón, también de Tu Labio Inferior, comentamos en su momento "es rock canalla del mejor, con mucho sexo en clave de ironía con el tema del orgullo macho en primer plano, y un gran sentido del humor".

De los descalabros amorosos, Christina pasó a canciones más trascendentales, con resonancias mitológicas, siempre salpimentadas e introducidas por las páginas de su libro Debut. Temas como Eva, sobre la primera mujer, y Eco de su álbum La Joven Dolores.

Y vuelvo a regodearme / recaer en la autocita:

"La Canción del Eco se inicia con la guitarra arpegiando tras la voz de Christina, con el eco del micro abierto a tope, lógicamente. Poco a poco se va incorporando la banda en un plano acústico, y la melodía, ya de por sí muy bella, se va enriqueciendo con las aportaciones de los distintos componentes del grupo.

Las guitarras acústicas entablan una conversación en el estribillo, en paralelo al diálogo que se establece entre Christina  el coro. Y, como las canciones bucle de Bob Dylan o Lou Reed, la secuencia de notas se perpetúa en un loop infinito. Sin que sepamos en qué momento la letra va a dejar de fluir de los labios de Christina. Tan ensimismado como nos tiene la narración de la historia mitológica de Eco y Narciso.

Eva Enamorada profundiza en los mitos femeninos, en este caso se trata de la mismísima Eva bíblica, pero en clave revisitada. La canción respira por todos sus poros, y Christina canta y susurra con mucho encanto esta deliciosa melodía que puntea al piano."

Le siguieron Sólo Soñaba con Desaparecer y El Precio de la Palabra (esta última con un sonido duro/industrial, a lo Trent Reznor/Nine Inch Nails).

Rosa de Plata y La Flor entre la Vía (disonante, muy Velvet Underground, y una Batería/Percusión obsesiva, a lo Moe Tucker) canciones estelares del álbum Un Hombre Rubio (que merece una crítica/post aparte).

La Muy Puta (tan canalla) y Alguien Tendrá la Culpa cerraron el Concierto.

Y como bis Piedra Angular, con Christina en plan crooner al borde del escenario y marcándose un vals en el patio de butacas/mesas camillas con un chico del público.

P.d.: espero volver a verla este Sábado 19 de Marzo en la Biblioteca Bidebarrieta dentro del Ciclo Bilbao Poesía.

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