Confluence es el proyecto musical de Irrintzi Ibarrola. He tenido la suerte de disfrutar viéndolos en un par de ocasiones este año: en el Txiringuito de Arrigunaga y en el Puerto Viejo y en agradecimiento les tenía que dedicar este Post a caballo entre su grabación de estudio (en directo, por otra parte) y sus conciertos.
El disco se abre con la canción que le da título, Black Stones.
Ya desde el principio, la banda deja constancia de sus señas de identidad. Sección rítmica de pulso bluesy con Eduardo Landeta a la batería y Miguel Ramírez al bajo. Y sobre este colchón de solvencia, Jorge/George Gros a los mandos de una guitarra alegre, saltarina, versátil, plagada de minimalismo en el detalle, eso sí, sin faltarle ni sobrarle una nota, y Carlos/Charlie Jover, harmonicista dotado que enriquece los temas con originalísimos adornos/arabescos.
Corner of your Heart es una lenta balada con aires country/vaqueros donde Irrintzi se lamenta a moco tendido por el amor perdido.
Crying for my Child la presenta Irrintzi como la versión de Dylan que se atreve a hacer, siendo una canción original de Irrintzi, por aquello de que Dylan es inimitable y sus fans siempre van a buscarle un pero a cualquiera que se arriesgue a hacer una versión suya. El logro es mayúsculo, pues se trata de un blues a medio tiempo que podría encajar en álbumes de madurez de Bob como Oh Mercy!, Time Out of Mind, Love and Theft o Modern Times.
Half Man, Half Sardine surge de la anécdota de verse embutido en un traje de neopreno y la sensación agobiante de sentirse medio hombre, medio pez.
No More Shall We Part es un blues un tanto apocalíptico que se dulcifica y anima en el estribillo. Jorge y Carlos consiguen crear esa atmósfera claustrofóbica de fin de época.
Vampire se diría que es un chiste privado que Irrintzi recita con ironía y humor negro salpimentado por la sorna y las risas de sus compinches.
Entre las versiones que Confluence hacen en directo se encuentran viejas composiciones de bluesmen negros rescatadas del olvido con sentidos respeto y admiración.
Pero las más identificables son With a Little Help from my Friends de los Beatles (en concreto, de Ringo), si bien Irrintzi recrea la versión que Joe Cocker hiciera en el Festival de Woodstock. Y digo bien recrea porque en el Txiringuito de Ereaga hubo más de uno que cerraba los ojos y tenían que pellizcarle para sacarle de su error de creerse que estaba escuchando al mismísimo Joe redivivo.
Algo similar ocurre con Hurt de Trent "Nine Inch Nails" Reznor. Irrintzi reinterpreta la versión que Johnny Cash hiciera de este tema en sus American Recordings con Rick Rubin y lo clava de tal manera que nos alegra pensar que estamos escuchando al duro countryman que vestía de negro.
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