lunes, 10 de febrero de 2020

Micah P. Hinson en la Kutxa Beltza (08-Feb-2020)

Ver a Micah en directo es como ir de excursión al monte. Disfrutando, de principio a fin, de sus cimas y valles, de las pausas, de los repostajes y del momento "me he perdido y no sé dónde estoy". En la Kutxa Beltza del Kafe Antzokia, Micah nos deleitó con la experiencia completa.

En el preámbulo, Micah vagaba despistado por las afueras del Antzoki con una mochila, un elegante sombrero Stetson de ala ancha en tono azul oscuro, sus gafas de pasta y un cigarrillo de liar entre los labios. Más tarde, con la sala llena, Micah entró como un espectador más y recorrió la sala desde el fondo hasta el escenario. Dejó a un lado la mochila, cogió la guitarra electroacústica que estaba tirada en el suelo, se quitó el sombrero mientras se acomodaba la correa de la guitarra y puso cara de extrañeza ante la máquina de hielo seco a todo trapo y las sábanas que cubrían el fondo del escenario, como un púlpito o trono -no es responsabilidad mía, llegó a decirnos.

Su primer disparo fue The Fire came up to my Knees -de su álbum and the Red Empire Orchestra -2008. Arpegios mágicos que desgranó con su pulgar e índice, mientras apoyaba sus otros tres dedos de la mano derecha en la caja. Afina que te afina, instrucciones al técnico de la mesa de sonido: súbeme los graves del monitor, esa no es mi voz, oigo un ruido.

En On the Way Home (to Abilene) (de su disco and the Nothing -2014-) Micah pulsaba y golpeaba las cuerdas, la guitarra trasteaba. Mientras su voz profunda se proyectaba por un micro vintage para rasgarse al filo como una hoja de lija. Después Take Off that Dress for Me -del LP and the Pioneer Saboteurs, 2010.

Seven Horses Seen or Through the Hours, Still Comes Another Day -del LP and the Pioneer Saboteurs-, más conversaciones con el técnico de sonido: sigo oyendo el ruido, apaga la máquina de hielo. A la vez que desenfundaba una caja de caramelos sospechosamente medicinales mientras comentaba que en la zona donde vive en USA hay libre acceso a la marihuana.

Entre afines y desafines, cayó I am Looking for the Truth, Not a Knife in the Back. La primera canción de su último disco -When I Shoot at You with Arrows, I Will Shoot to Destroy You, 2018, que grabó con the Musicians of the Apocalypse. Y que grabaron en directo con equipos analógicos en un par de días (uno para ensayar y otro para grabar, propiamente dicho), pero que confesó le costó entre 6 y 9 meses editar por la complejidad de extractar las pistas buenas de la cinta. Aún así, dijo, suena mal, si bien es lo que pretendía de alguna manera, buscar la imperfección.

Entre parón y parón, surgió el grito de "Micah, Energy". A lo que Micah reaccionó ciertamente enojado y explicó que, a diferencia de otros grupos que tienen Manager, Tour Manager, Roadies, etcétera, él viaja solo. Conduce de concierto a concierto y tiene que tratar con su compañía discográfica para que le envíe Vinilos y CDs que poder vender durante la gira. Incluso contó la anécdota de cómo le cargaban los gastos de envío.

También cayeron She Don´t Owe Me -de and the Opera Circuit, 2006)-  y Fuck Your Wisdom del último disco. Aquí, Micah aprovechó para cagarse en lo más barrido, en Spotify, y las ridículas comisiones que paga a los músicos (en el último trimestre, por cerca de 200.000 escuchas de su canción más exitosa, Behind the Rose, le habían pagado unos céntimos de dólar), en la Electricidad, en las Corporaciones.

El último tema, fue precisamente Beneath the Rose. Para el Bis alguien entre el público le pidió Patience y Micah le respondió que ya estaba harto de tocar los mismos tres acordes. Habló entonces de su particular teoría de lo que es una Folk Song. Según él, consistiría en coger una canción tradicional y, jugando con sus acordes -tocándolos del derecho, poniéndolos del revés-, y sus letras -picando de aquí y de allá, dándoles la vuelta-, componer una canción que, al igual que la original, perdure en el tiempo y se convierta, a su vez, en un clásico.

Como ejemplo de que se puede crear una canción con cualquier retal, nos recomendó un tema de Tame Impala en You Tube compuesto a base de extractos de entrevistas y declaraciones de Keany West. También nos invitó a escuchar su disco Broken Arrows -Micah P. Hinson & Nicholas T. Phelps, 2015-, instrumental salvo por una canción -I Sleep Tonight, cantada a dúo- y editado por el pequeño sello italiano Bronson Recordings, afincado en Rávena.

Después de regalarnos 500 Miles -canción de Hedy West, popularizada por Joan Baez y otros cantantes folk y country, una Folk Song en toda regla según la definición de Micah, vamos- nos dijo que la siguiente sería la última porque el tiempo vuela cuando estás con extraños/strangers. Estaba llegando al límite que le habían marcado desde la mesa de sonido, así que se arrancó con This Old Guitar -de John Denver, 1974-, canción que ya grabara en su disco de versiones All Dressed Up and Smelling of Strangers, 2009.

Sin llegar a abandonar el escenario, aunque haciéndose de rogar, nos ofreció un segundo bis con When We Embraced -and the Red Empire Orchestra, 2008. Cuando ya parecía el adiós definitivo, fue el propio Micah quien le pidió permiso al técnico de sonido para tocar un último tema. No en vano, empezábamos a solaparnos con el concierto de la Sala Grande del Antzoki en homenaje a Diana Krall y Norah Jones y había quien abandonaba el Antxiki (término acuñado por el maestro Óscar Cubillo) para hacer doblete. Aquí Micah se sacó de la manga The Dreams You Left Behind -The Baby & the Satellite, 2005. Y los últimos rasgueos de guitarra nos arrancaron ese pellizco en tantos conciertos esquivo y que no siempre sucede.

A la salida, Micah plantó su merchandising en el pórtico del Antzoki -sólo traía ejemplares de la discográfica Talitres: vinilos del and the Gospel of Progress en una edición especial doble y CDs del mismo título y del and the Nothing. Me llevé el último y me quedé sin el primero por un quítate tú para ponerme yo -Micah se posicionó de mi parte, pero no era cuestión de faltarle a una dama. Educado y simpático, dedicando el tiempo justo a cada uno de sus fans, se dejó fotografiar y estampó su dedicatoria/firma a quienes se lo solicitamos.

P. D.: aquí las canciones que no supe identificar. "Wasted Days and Wasted Nights I Cried for You", o así, se lamentaba Micah en una. Otra canción despistada "When I Was Young I Saw People Helping People All the Time", recordaba nostálgico Micah. Lo mismo para "So Long the Days of our Youth that we never Knew and the Rain Keep Falling" recordando también el pasado, así como la inquietante "Dream of Something so Dark we Cannot Sleep". "Give me a Pistol and I Blow you the Brain" amenazaba otra de las canciones que se me escaparon. "I Must Take this Life in its Simplest Way", parecía una versión por los comentarios que Micah hizo después de tocarla.

Quizás se trata de canciones que Micah está probando en directo antes de grabarlas en estudio.

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