jueves, 26 de octubre de 2023

Mad Sin en la Sala Rocket (Miércoles 18 de Octubre de 2023)

Mad Sin descargó su psycobilly de alto voltaje y elevado tonelaje el Miércoles 18 de Septiembre en la Sala Rocket de Bilbao.

Iniciaron el desembarco con Speak No Evil (del God Save the Sin), le siguió la traviesa Wreckhouse Stomp (de Burn & Rise). A continuación, Dead Moon (del álbum Dead Moon´ Calling) a lo Bad Religion. Mientras que Out of My Head (más del God Save the Sin) la interpretaron en un rollo más Motörhead. Cursed (también de Burn & Rise) y Not Invited (otra del Dead Moon´s Calling) las desplegaron de seguido de manera arrolladora.

Para entonces, Koefte deVille ya estaba ahogado, fundido, medio afónico. Abatido por su sobrepeso/morbidez, el aire acondicionado de los hoteles, del que se quejó amargamente, y que era la última cita de la gira española, a la que, por cierto, le trajo in extremis en la furgo St. Valle, su contrabajista de enhiesta cresta bicolor en rojo y negro. Precisamente, fue Valle quien cogió el testigo del micro para cantar una más que decente versión de Bob Marley, I Shot the Sheriff, mientras el bueno de Koefte reponía fuerzas sentado en un lateral del escenario junto al batería KO.

La rentrée fue épica con Psychotic Night, y vuelta a respirar hondo mientras la banda se curraba un instrumental a base de mucho solo de contrabajo y el batería golpeando el aro de su caja. Y de ahí directos a la gloria del hit 9 Lives (don´t change the chords so fast, le pedía Koefte a Andy Kandil  que bajase la velocidad en los arpegios del inicio) con su alegre parte de guitarra que plagiara más tarde la pizpireta Amy McDonald en su exitoso This is the Life.

Con el final a la vuelta de la esquina, en Hallucinate (de su último disco, Unbreakable) los dos hachas, Andy y Manny Anzaldo, se enzarzaron en un más que solvente duelo de guitarras que escenificaron incluso con teatral pose. Y para despedirse, (this is for the people who don´t know us) una más que reconocible y estupenda en actitud y ejecución Ace of Spades. Durante la misma, Valle se metió entre el público y nos regó con unos fuegos artificiales saliendo disparados desde un invento acoplado en la punta de su contrabajo.

El bis Communication Breakdown (de Survival of the Sickest) cayó prácticamente sin solución de continuidad, en un acto de compañerismo por parte de la banda. Se trataba de acabar con el suplicio/tormento de Koefte quien, a pesar del cansancio a que hizo referencia en un par de ocasiones a lo largo del concierto, hay que reconocer que dio todo cuanto tenía, molinete a lo Roger The Who Daltrey incluido, y acabó con el depósito de su energía en reserva.

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