viernes, 18 de marzo de 2016

La Fakeband en La Fundición

Ayer disfrutamos de un conciertazo acústico de la Fakeband en La Fundición de Deusto, mientras el Athletic sufría para pasar a la siguiente ronda de la Europa League. No habíamos tenido ocasión de catar el local, eso que está próximo al Satélite T (de generosa programación rockera, hoy con Mikel Erentxun, por ejemplo), pero que nos causó una grata impresión y habrá que repetir en adelante.

El panorama familiar debido a la deserción futbolera hizo que el formato unplugged encontrase un ambiente de recogimiento que extrañó incluso a la banda, por el silencio devoto/cofrade con que les escuchábamos. Cegados por los focos, no acababan de vernos/reconocernos entre la nebulosa minitud que nos relajábamos holgados más allá del límite del escenario (a ras de las mesas/sillas de la sala, por otra parte, que luego se elevaba en auditorio escalonado).

La Fakeband despachó diecisiete temas en cerca de hora y media, la mayoría propios, de sus dos discos publicados hasta la fecha (y sin continuidad/nuevo proyecto a la vista por ahora, que depende en gran medida del momento creativo del compositor, guitarrista, armonicista y cantante, Txomin Guzmán): Too Late Too Bad de 2011 y Shining On Everyone de 2014, ambos muy bien recibidos por la crítica nacional (Mondo Sonoro, y por ahí).

Que aprovechamos para llevarnos en edición coleccionista en vinilo (300 únicos ejemplares de cada LP, gracias al crowdfounding promovido por Joserra Rodrigo, a quien el grupo está eternamente agradecido), y firmados simpáticamente por los cinco miembros de la banda. Además de Txomin, Pit Idoyaga a la guitarra solista, armónica y voces, Alfredo Niharra a la guitarra rítmica, mandolina, dobro y voces, Juan Uribe al bajo (en esta ocasión, lució un elegante Hoffner, preferido de McCartney) e Iñigo Gil a la percusión (caja y escobillas con las que emuló la batería).

Sonaron Get Away, No Man´s Land (Txomin perdido en la inmensidad de Nueva York), Everything but Love (los humanos lo hemos probado todo menos el amor, reflexión que despertó en Txomin la visión de un documental francés en el que se demostraba que el cambio climático propiciado por la acción del hombre había provocado la desaparición de un manglar en la Polinesia). Le siguieron Kate, I Was Wrong, Fool Me, Secret.

Esta última Txomin se la dedicó a Joserra Rodrigo, por su apoyo y ayuda. Rememoró el Festival Homenaje a Neil Young de Frías y nos invitó al Concierto Conmemorativo del Último Vals que tendrá lugar también en Frías el primer fin de semana de Julio. Aquí coincide Quique González con los gustos de la Fakeband. Quique, en su recién publicado Me Mata Si Me Necesitas, dice haber salvado de la quema de su Capri del 82 el Último Vals de The Band.

Entre las versiones, la Fakeband eligió Burned de Neil Young en sus tiempos de Buffalo Springfield (gracias Joserra por aclararme este punto, pues no había escuchado este tema en mi vida), Ripple, precioso tema de Grateful Dead en palabras de Txomin y Don´t Think Twice, It´s Alright una de mis canciones preferidas del Freewhelin´ Dylan en la que Alfredo Niharra hizo de Brian Jones, punteando con su elegante dobro y su exquisita técnica al bottleneck (para relamerse los labios, pellizcarse las manos y no dar crédito que estábamos en Deusto viendo a una banda de Getxo; vamos que ni el genio Eric Dobro Sardinas lo hubiera superado).

También tocaron Parking Lot, Way Up North (sobre el recurrente/bucólico deseo de Txomin de irse al campo a vivir, y que dedicó a su sobrina e hija de Pit, Patricia, presente en la sala), Let Me Be Myself, Get You Back y, en el rush final de éxitos (hits los llamó Alfredo), Too Late Too Bad, Don´t Save My Life y Top Of The World.

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