Pasados 20 minutos, vuelta a descansar brevemente y a reanudar el concierto con un segundo bis. En esta ocasión le tocó abrir a Burn de la Banda Sonora de The Crow.
En este tema en concreto, pudimos presenciar un gesto entrañable entre Robert y Simon, hombro con hombro, de espaldas, tocando sus escalas al unísono. Continuaron con Fascination Street del disco Disintegration y Never Enough del álbum Show, discotequero y declamante con un solo bestial a lo Tin Machine de Reeve Gabriels.
Para el último bis, Robert dejó lo más granado de su repertorio y le fue imprimiendo un ritmo ascendente que hizo bailar hasta a las gradas, un tanto templadas hasta este tramo final. A la esotérica/siniestra nana de cuna Lullaby le siguió una movida Hot, Hot, Hot!!! con el teclista Roger O´Donnell imitando las trompetas desquiciadas.
Después The Caterpillar del álbum Pop con el batera dándole a todo lo que se menea y vuelta al tecladillo trompetero de aires orientalizantes/japoneses. Y la banda relajada y sonriente, disfrutando a tope también, viendo el éxito del concierto, la mejor recompensa al final de la labor bien hecha. Hasta Roger se desmelenó, pues había estado contenido todo el concierto con la melena recogida tras las orejas, en una estética andrógina.
Y para la traca final un Friday I´m in Love inmejorable, Boys Don´t Cry genial. Close to Me con un tempo increíble del batería y Roger minimalista a las teclas, se ganó el culmen nostálgico, con Robert, por fin liberado de la guitarra y todo el BEC puesto en pie bajo una mayor luz. Como guinda del pastel la marchosa Why Can´t I Be You. La banda hizo mutis por el foro y Robert, en plan humilde, visible/sinceramente emocionado se despidió del público haciendo reverencias cual Reina Madre para responder a los aplausos.
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