lunes, 27 de agosto de 2012

Pájaros Mojados de Quique González (Cara B)

La Cara B de Pájaros Mojados de Quique González se abre con Aunque Tú No lo Sepas, tema que se hizo célebre en la voz del gran Enrique Urquijo. Si bien es una composición del propio Quique, superar la interpretación / versión de su admirado Enrique supuso un reto en sí mismo. Así que Quique decidió desnudar la canción desde el punto de vista instrumental -apenas voz, piano, bajo y batería- y darle un tempo más lento.

El efecto es altamente melodramático, como de película de cine negro con su atmósfera jazzy, de humo y pianola en pub mafioso, y la letra transcurre ante nuestros ojos como si de una película en filminas se tratase, como el Invierno en Lisboa de Antonio Muñoz Molina.

La poesía vuelve a ser el fuerte de Quique como brillante letrista: nunca escribo el remite en el sobre, por no dejar mis huellas / me he acostado a tu espalda / encendía con besos el mar de tus labios.

En el Backstage describe la parte dura de la vida en la carretera con mucho sentimiento lírico y la rica imaginería visual de Quique. Tiene también un toque melancólico -hasta quedarte a solas- y en directo Quique suele intercalar nombres de músicos desaparecidos en plena capacidad / facultades para la interpretación de su arte como el magistral Antonio Vega.

Por Caminos Estrechos retoma el medio tiempo con aire rockero tan del estilo de Quique, con la banda sonando con gusto exquisito, la base rítmica compuesta por Jacob Reguillón al bajo y Toni Jurado a la batería, delimitando perfectamente el marco de actuación donde se desenvuelven el piano de Basilio Martí y las guitarras de Quique y Carlos Raya, rítmica y solista, respectivamente.

El inicio a la guitarra es precioso, y a mitad de canción tiene lugar un duelo precioso entre ambos guitarristas, con una labor sobresaliente de Carlos en el subsiguiente punteo al más auténtico estilo restallante / incendiario americano, nada aparatoso ni para la galería o el lucimiento personal, sino a favor de la canción, como acostumbra hacer con exquisita profesionalidad.

Por Caminos Estrechos también incluye más muestras de poesía pura a cargo de Quique: los sombreros están llenos de lluvia, en cada esquina de mi habitación / viendo películas sucias y concursos de televisión / estoy perdiendo altura, a punto de quedarme a oscuras, como una tarde de invierno / los astronautas no van a la luna / los escenarios eran de cartón.

Supermán tiene un ritmo entre music hall y charlestón que la hace muy caberetera y fiestera. El objetivo de Quique nos radiografía al típico buscavidas bronco y problemático, hecho a sí mismo, chulo de discoteca a quien le gusta fardar de lo que no tiene.

Avión en Tierra es un bonito tema acústico de arrepentimiento y desconsuelo con Quique cantándonos al oído, susurrando la letra cuando procede y entonando sus principios cuando conviene -voy a regresar, voy a resistir / vuelvo cada día allí / ahora tengo que pagar mi error, así aprendí.

Trabajo fino de Toni Jurado a la percusión, que ya había dejado el listón alto en Caminos Estrechos.

Reloj de Plata cierra el disco y es una balada muy sentida con la voz de Quique acompañada al piano por Basilio Martí.

Quique vuelve a recurrir a figuras que salpican las canciones del disco, aviones que explotan y caen, carreteras perdidas y el tiempo que se detiene y nuestra vida gira bruscamente en un segundo escaso ... marcado por un Reloj de Plata.

Emocionado homenaje a su amor roto de entonces, Violeta.

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