La Carta Esférica es la primera novela de mar de Arturo Pérez-Reverte. Y el personaje masculino central, Coy, su Lord Jim. Emulando a Conrad, el escritor cartagenero traza su retrato de un lobo de mar atracado en tierra tras embarrancar su barco por falta de celo profesional. En su derrota se cruzará una bella y exótica mujer.
Empleada civil en la Marina, Tánger, lleva tiempo indagando sobre el hundimiento de un bergantín a finales del siglo XVIII en el Mediterráneo, a la altura de la costa murciana. Un mafioso experto en rescates marinos pondrá en contacto a Coy y Tánger. Ambos se embarcarán en la aventura de dar vida al sueño común de recuperar tesoros hundidos. Para ello contarán con la ayuda de un viejo amigo de Coy, el Piloto, quien pondrá a disposición de la pareja su barco y su pericia.
Al igual que en otras novelas de Pérez-Reverte, se alternan las escenas descriptivas con otras de acción, y la trama avanza sinuosamente hacia su enredo primero y su imprevisto desenlace después. Entre medias, la pareja protagonista sufrirá los vaivenes y contratiempos propios de cualquier búsqueda que se precie. Y será por boca de un experto profesor de naútica que esta narración llega hasta nuestras manos.
En el cine, Aitana Sánchez-Gijón y Carmelo Gómez encarnaron con convicción a Tánger y Coy en la película de Imanol Uribe. Los intérpretes de esta epopeya moderna acabarán atrapados en una espiral de pasión y avaricia. Contada en este caso en primera persona por la voz en off de Carmelo / Coy.
Por su parte, Aitana / Tánger mantiene enigmática la tensión del secreto escondido en su mirada. Y la ambición por encontrar el tesoro que late en el fondo del mar, elevará la temperatura del pacto establecido con Coy.
Una pulsión que va más allá de las convenciones entre clienta y contratado. Una relación que a punto está de costarles la vida a ambos.
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