jueves, 31 de enero de 2013

Un Pokito de Rockanrol de Bebe (Cara B)

Coincidiendo con la visita de Bebe al botxo para presentar en el Kafe Antzokia su último disco, Un Pokito de Rockanrol, glosamos su Cara B. En su momento, ya comentamos la energía que desprendía su nueva propuesta. La extremeña apuesta por el riesgo y lejos de repetirse, se atreve con las "maquinitas", y se pone en manos del reconocido productor Renaud Letang. 

El francés es responsable de trabajos de artistas como Jane Birkin, Claude Nougaro, Feist, Sergent Garcia o The Silencers. Y en esta ocasión ha hecho una meritoria labor ayudando a Bebe a que se quite "pa fuera las telarañas". En este ejercicio de rock urgente, la artista fusiona la modernidad del pop electrónico ochentero con la inmediatez punk, sin reusar a explorar nuevas vías lejos de la tradición popular de sus orígenes.

La canción Mi Guapo se inicia con un swing de batería sobre el que Bebe rapea sin cesar, un poco a la manera de La Mala Rodríguez. Se trata de una declaración de amor en toda regla, sin contemplaciones. Cuando entona el estribillo, la voz se acompaña de trallazos de guitarras aflamencadas. Lo que no queda claro es si el objeto de amor de la cantante es un hombre o un bebé, si bien nos inclinamos por lo segundo, esto es, por el instinto maternal.

K.I.E.R.E.M.E. es una apisonadora marca de la casa en la que Bebe insta, exige, avisa a su posible, futura pareja que si de verdad se atreve a quererla, lo haga sin prevenciones y con todas sus consecuencias, "lo que yo quiero es que me quieras, como tú quieras, pero quiéreme". El flamenquito generoso y la belleza desprendida salen a relucir cuando como ya hiciera en su primer disco, Bebe matiza, "guapa me pongo pa mí, guapa pensando en ti".



Der Pelo es una demostración más del ropaje industrial del que se ha revestido Bebe en su viaje a Francia. Y la denuncia del maltrato o, al menos, de relaciones tensas de pareja, asoma entre escenas domésticas tipo "no me tires de los pelos" y "no me ates que hecho el vuelo".

Qué Carajo está en clave rockabilly reivindicativo, encarando de nuevo el complejo mundo de la convivencia entre sexos "dónde tienes la cabeza, entre los hombros o entre las piernas, sácala de dentro de la tierra".

Tilín encara el lado positivo y sensual de la vida, "llevo todo el día entretenida montándome pelis contigo", "ten cuidado, si te acercas a mí, me puedo derretir". En la misma línea temática que la canción Con Mis Manos de su primer disco Pafuera Telarañas.

Yo Fumo es una apología del tabaco, "me muero por un pitillo, mi reino por un pitillo, necesito fumarme un cigarro, ¿es que ya nadie tiene tabaco?". La base rítmica recalca la desesperación de la "adicta" al tabaco que reclama poder hacer frente al vicio del que depende para calmar su ansiedad, y acaba entre gritos angustiados y guitarras desquiciadas.

En fin, un sobresaliente disco de una de las artistas que más nos interesan del panorama nacional actual. Bebe sigue moviéndose en terreno de nadie, y reclama el trono del rock epidérmico, antisistema y lúdico a un mismo tiempo, que únicamente le puede disputar, hoy por hoy, La Mala Rodríguez.

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