jueves, 25 de septiembre de 2014

Días de Otoño

Otoño con sus hojas secas y sus tonos castaño y ocre. Días de luz sosegada y pájaros huérfanos de cobijo. Este septiembre hemos asistido a la bajada del telón de las vidas de dos insignes prebostes de la sociedad española: Emilio Botín e Isidoro Álvarez.

Quienes fueran punta de lanza de la banca y el comercio desde sus presidencias en el Banco Santander y El Corte Inglés, siguieron trayectorias paralelas. Herederos ambos de dos buques insignia de reconocido prestigio, supieron crecerlos y ampliarlos más allá de nuestras fronteras. El año pasado el Santander entró en el negocio de las tarjetas de El Corte Inglés para insuflar aire a un gigante que se resentía por la crisis de consumo. Y, a la vista de lo sucedido hace un par de semanas, se diría que ambos patrones ligaron sus destinos en esta vida y en la del más allá. Porque, no por casualidad, la insuficiencia respiratoria de Isidoro Álvarez coincide en el tiempo con el conocimiento entre sus más allegados de la defunción de su amigo y socio Emilio Botín. Y es que las desgracias nunca vienen solas. Parece que la municipalidad madrileña ha pedido su cuota de sangre. Quien fuera alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, y su sucesora en el cargo/lista Ana Botella han visto segada su carrera político en plena vendimia. El primero unció su futuro a los caballos de la Nueva Ley del Aborto. Pero el asunto se desmandó de tal manera que hasta en las propias filas del PP surgieron voces discordantes. Con el resultado de sacrificio de dama para salvar los trastos de las encuestas. Que el gurú Arriola ya le chivó a Rajoy que por ahí no. La verdad está en las vísceras y no en las medias tintas de un progre de derechas. La mujer de Aznar ha corrido similar suerte y la tragedia del Madrid Arena la ha descabalgado antes de tiempo de su actual puesto. Pero septiembre también es una puerta a la esperanza y una ventana al futuro. Momento de volver al cole para miles de niñ@s. Con la mirada limpia y las ganas de aprender intactas, después de la inicial queja por el fin del verano. La inocente curiosidad a flor de piel. Un universo de novedades e ilusión en el que los padres se adentran como en territorio minado, entre cortycoles y créditos que alivien la remontada de septiembre. Y como soñar es gratis, quién sabe si entre esos niñ@s están los próximos mandamases de El Corte Inglés, del Banco Santander y del Ayuntamiento de Madrid.

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