Parecía que el lío de faldas del presidente francés François Hollande podía desviar la atención de los problemas que arrastra la monarquía española. Pero nada más lejos de la realidad. Hollande tendrá su actriz como don Juan Carlos tenía su princesa. Pero una Julie arriba o abajo no tapa una Corinna y, como bien explica en detalle Miguel Mora desde la corresponsalía de EL PAÍS en París, no es que los presidentes de la República Francesa hayan sido más fieles a sus parejas que nuestro rey, sino que aquí como allí, hasta hace un telediario la prensa se autocensuraba de idéntica manera que en la capital del Reino.
Por otra parte, Francia nos saca delantera en cuanto a cultura galante, no en balde ha dejado para la historia obras imperecederas en el arte del cortejo como "Las Amistades Peligrosas", pasando por las perversiones libertinas del Marqués de Sade en "Justine" o, más recientemente, "La Vida Sexual de Catherine M.", de una cruda liberalidad.
Asimismo, el gentilicio "francés" da nombre y bautiza en la modernidad la latina "fellatio", práctica oral de la que la prestigiosa experta Venus O´Hara daba recientemente una curiosa perspectiva en el blog Eros de EL PAÍS. Bitácora muy recomendable por la variedad de las autoras que participan y de los temas tratados. Si bien, Venus O´Hara es mi preferida por la aproximación "fetish" / "bizarra" con que muestra al internauta los más variopintos asuntos. Un puente tendido que sirve de acercamiento entre la sexualidad burguesa al uso y la vanguardia erótica más exquisita.
De hecho, Venus y la directora de cine para adultos Erika Lust están andando un camino muy interesante en la aportación de guiones inteligentes e imágenes poderosas que dejan a la altura del barro la mayoría del cine porno que se produce en la actualidad.
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