jueves, 26 de julio de 2012

Lady Double Dealer de Deep Purple

Este título de Deep Purple viene traído a colación de un artículo que he leído en el País Digital a cuenta del reconocimiento de los traductores de libros. Los intérpretes son quizás los primeros dobles que se conocen, después de ellos llegaron los "copistas" de la literatura y el arte, los traductores, los dobladores de películas, los especialistas en escenas de riesgo, las dobladoras de diferentes partes anatómicas del cuerpo en las películas de estrellas de cine famosas, y otra serie de "usurpadores" más difícilmente identificables.


Siempre me ha impresionado la labor del traductor como el "ladrón" de la voz original del escritor, pues volcar los giros y expresiones, ritmos y cadencias de un idioma en otro, requiere de una conspicua conciencia suplantadora por parte del profesional.

Lo mismo ocurre con el intérprete de palabras, no resulta nada fácil sustituir el tono, el lenguaje corporal, y demás factores que acompañan o bien están implícitos en la expresión oral. Me acuerdo a bote pronto de Eduardo Mendoza, traductor e intérprete de profesión, y de la novela de Antonio Muñoz Molina, El Jinete Polaco, protagonizada por una pareja que comparte dicha profesión, así como de la trilogía Tu Rostro Mañana de Javier Marías, sobre la interpretación del alma ajena llevada a las últimas consecuencias. En este mismo sentido, el doble juego de la protagonista de la canción de Deep Purple, tiene un desenlace mucho más prosaico.

Incluida en el álbum de estudio Stormbringer, recuerdo sin embargo mi primera escucha de esta canción en el disco Made in Europe, donde David Coverdale sustituía a Ian Gillan y Glen Hughes hacía lo propio con Roger Glover, ambos miembros originales de la formación británica de rock. Por su parte, el guitarrista Ritchie Blackmore, el recientemente fallecido teclista Jon Lord y el batería Ian Paice, se marcan un puente / bridge y un solo dignos de encomio, representativos de los mejores tiempos del heavy metal setentero, con toda la banda cantando al unísono en falsete.

Actualmente nos encontramos rodeados de hacedores de tormentas, de sembradores de truenos, de cavadores de vientos y recogedores de tempestades. Pero aún nos queda la esperanza de dar con el mirlo blanco que consiga cuadrar el crecimiento económico español con la reducción de la deuda. Quizás haya que recurrir a William Shakespeare, el Bardo Inglés, quien con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres, ha vuelto a significarse como una fuente inagotable de inspiración tanto artística como política, económica y social.

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