viernes, 21 de marzo de 2014

Sleeps with Angels de Neil Young

Poemas que sanan y cantantes como Boy George que confiesan sus debilidades, así es la moderna red internet. Cualquier cosa imaginable queda a un click de distancia. La Península de Crimea, a orillas del Mar Negro, es objeto de litigio entre Ucrania y Rusia casi cien años después del motín de la tripulación del acorazado Potemkin en Sebastopol que diera comienzo a la Revolución de 1917. Una vieja Europa que retrata con todo lujo de detalles el cineasta Wes Anderson en El Gran Hotel Budapest. Este cajón desastre que es la actualidad invita al desasosiego y la desazón, pero siempre hay un resquicio de esperanza. El talento y la imaginación de los creativos de la productora Pixar se exhibe para regocijo de niños y mayores.


El difunto Kurt Cobain es el santo patrón de una legión de admiradores que quieren hacer de su casa en Seattle un museo donde peregrinar. El incombustible Neil Young le dedicó al héroe del grunge un sentido homenaje en Sleeps with Angels, como ya hiciera con Sid Vicious y el punk en Rust Never Sleeps. Si Young perteneció alguna vez a una tribu urbana esta fue la hippie. Aunque pronto renegó de ella, una vez finalizado el sueño de Woodstock que cerró la década de los 60s. A partir de ahí, Neil prefirió alternar entre la energía juvenil, léase la distorsión del punk y el grunge en discos con su banda Crazy Horse (Weld), y el aire campestre que cultivaba en discos con los Stray Gators (Harvest). Para más información, se publica en estas fechas en castellano su autobiografía.


Los Stones cancelan su gira australiana por la muerte de la pareja de Mick Jagger, la diseñadora L´Wren Scott. Y todos en Bilbao nos quedamos un poco huérfanos por el fallecimiento de nuestro alcalde Iñaki Azkuna, un hombre que ha hecho mucho y bien por poner el botxo en el mapa.

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