martes, 20 de marzo de 2012

Deconstrucción de Pinturas Abstractas

Hoy vence el plazo para entregar el artículo de opinión sobre una serie de cuadros abstractos que un conocido artista expone en su ciudad. Las manos sobre el portátil, Lucía observa atentamente las diapositivas a las que tiene acceso vía web, y comienza a teclear lo primero que pasa por su cabeza, aunque en su caso se trata más bien de una percepción que le nace de las mismísimas entrañas, cual mayéutica socrática.

La esencia monocromática de cada una de las piezas, apenas partida en su mitad por una línea blanca que marca un punto de inflexión en el tiempo, un punto de fuga en el espacio, un salto disruptivo en la gradación de la gama de color, un silencio escalofriante en la escala musical, en definitiva, una grieta en las sinapsis de la mente colectiva de la esquizofrénica sociedad actual, pontifica Lucía desde su muro, y apenas corrige mientras mecanografía a 200 pulsaciones por minuto, sin errores.

Las tesituras de rojos, azules y blancos creadas por el artista son luminosas y brillantes. Además, la composición elegida, en estratos muy marcados y acotados, remite a compartimentos estancos que pugnan por comunicarse unos con otros, traspasando así el ámbito de sus límites, no por artificiales menos reales o verosímiles.

La sensación de conjunto es de dialéctica hegeliana, donde la tesis de partida se enfrenta con su correspondiente antítesis, estableciéndose un conflicto entre opuestos que se soluciona con una síntesis que resume y aglutina los contrarios.

Cada pieza, en definitiva, comunica una conjunción infinita de antónimos contrapuestos, calma, sedación, relajación versus energía, tensión, excitación, en una lectura bipolar y ciclotímica de la crisis de valores por la que atraviesa la civilización occidental.

Cuando Lucía apaga el ordenador, llega el momento de la meditación que le ha recomendado su psicólogo, quien tras unas cuantas sesiones de terapia después de una crisis de ansiedad en el trabajo, la animó a integrar su hobby humanístico en su profesión.

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