sábado, 1 de septiembre de 2012

El Gran Circo Mundial de José Mª González Villa

El Gran Circo Mundial de José María González Villa ha vuelto un año más al Parque Etxebarria de Bilbao coincidiendo con la celebración de la Aste Nagusia.

Junto a momentos entrañables como las visitas del Circo al Hospital de Basurto y a la Casa de la Misericordia, los artistas del Gran Circo Mundial celebraron por primera vez en el Max Center, por cortesía de Eroski, el Desayuno de los Elefantes.

Respecto al espectáculo bajo la carpa, el Gran Circo Mundial abrió un año más con la Canción / Desfile que, nada más comenzar, pone los pelos de punta -el circo es la razón de nuestras vidas / un modo diferente de vivir / el circo es la razón de mi existencia / el aplauso del público me hace feliz. Para abrir boca, un  complicado número de escalera libre a cargo de la concentrada equilibrista Miss Daisy. En la función a la que yo acudí, Miss Daisy necesitó de un par de intentos para superar los obstáculos de su dificilísima actuación final. Este fallo, lejos de menoscabar el aplauso del público, puso aún más en valor el logro del reto planteado, y estallamos en palmas.

En segundo lugar, un simpático payaso vestido de Pinocho nos entretuvo con el imprevisible número de los animalitos de peluche de cuerda ..., que presenciamos escépticos hasta la viva sorpresa del final. Después, los Gángsters de Chicago -Jorge Brothers- hicieron las delicias del público con su actuación en la cama elástica, con triple mortal y torre de tres alturas incluidos. Y con la epatante novedad de un trapecista receptor colgado en lo alto de un lateral de la cama elástica que sacaba volando hasta las gradas a sus compañer@s. El número ecuestre de alta escuela lo protagonizaron tres bellos caballos andaluces guiados por sus hábiles amazonas -Miss Aurori, Reina del Circo, y las gemelas Natalia y Noelia- sobre el fondo de Carmen de Bizet y flamenquito instrumental por Camarón.

Para aliviar, los Gotis Super-Payasos hicieron un número basado en el gorjeo de dos pájaros en celo, con retranca del ligue hombre / mujer incluida. Seguidamente, el Hombre Tiburón proveniente de México hizo una apabullante demostración de contorsionismo y control de la respiración a voluntad, cual si de un mismísimo maestro yogui se tratara. Encerrado en una diminuta urna herméticamente cerrada y sumergido en una piscina de mil litros de agua, Mr. Mistery aguantó la friolera de seis minutos en semejante claustrofóbica posición. Tras el angustioso número submarino, Goti y Charly Carleto le quitaron hierro al asunto con la liviana broma  del encendido / apagado de la lámpara / bombilla.

Y justo antes del descanso, los Hermanos Navas, desde Ecuador, nos volvieron a poner los congojos  a remojo con su brillante, original y arriesgada actuación en el péndulo. Haciendo equilibrios por dentro del rulo, andando por fuera, con los ojos cerrados, saltando a la comba, materialmente volando. En fin, menos mal que llegó la pausa, porque la verdad es que eran demasiadas emociones juntas en un breve espacio de tiempo. En la continuación, los trapecistas The Flying StarLights / Jorge Brothers pusieron una vez más a prueba nuestra capacidad de aguante ante los riesgos al límite a que se exponían, con dobles cruces, y vuelos lanzados desde el columpio / balancín cual hombre bala.

La nota de humor por parte de Goti y Charly Carleto a cuenta de la entrada de este último, dio paso a la ilusionista Julie Christie, directamente desde el Teatro Lido de París. Miss Christie hizo aparecer de cajas vacías varios perros, un tigre siberiano, un tigre de bengala, una ayudante, a discreción. Después del ilusionismo, le llegó el turno a la equilibrista de aro Miss Lidia con un número sentido y melodioso. Los elefantes hindúes salieron de la mano de Miss Aurori y las gemelas Natalia y Noelia, spagat entre dos cabezas de elefante incluido. Y la troupe de Cosacos del Cáucaso sacó a relucir sus habilidades a caballo, haciendo piruetas y el pino sobre la silla, cabalgando sobre un flanco, descabalgando y volviendo a montar al galope.

Pero entre ambos números con animales, hizo su aparición la pareja estrella de la tarde-noche, directamente venidos de Vietnam, los Giang Brothers. Por lo novedoso y difícil, por lo portentoso de su fortaleza y equilibrio, aún tengo grabado en mi retina el esfuerzo titánico y el prodigio de destreza del que fui testigo. Épico me pareció que uno de los dos hermanos bajara y subiera de espaldas la escalera con su hermano en equilibrio sobre él, cabeza con cabeza. Pero si las leyes de la física no me fallan, es un trabajo acorde con la talla del mismísimo Hércules que tu hermano te coja con una mano por el cráneo y logre levantarte en vertical invertido por encima de su cabeza. Para terminar, Charly Carleto nos deleitó con su parodia musical en la que el público disfrutó de lo lindo y a carcajada limpia, gracias a la inestimable participación de personas del respetable que estuvieron dispuestos a actuar de conejillos de indias del clown, para regocijo de quienes nos quedamos confortablemente sentados y expectantes en nuestras localidades.

¡¡¡Grande, Muy Grande, El Gran Circo Mundial!!!

3 comentarios:

  1. El nombre del Director y propietario del "Gran Circo Mundial" es José-María González Villa.

    ResponderEliminar
  2. Muchas Gracias por la información, lo corrijo.

    ResponderEliminar
  3. Parece que lo pasasteis bien. Un abrazo Cecilio y familia. Tomo nota del nombre por si vienen por aqui.

    ResponderEliminar