martes, 29 de abril de 2014

El Grito Desesperado de Francesca Woodman

Observo con curiosidad, impresionado, la fotogalería de la artista Francesca Woodman en El País, una denuncia de la discriminación femenina de los setenta, según reza la entradilla del excelente reportaje de Sara Lorente. Y mi sensación es de alienación, fascinado por la crudeza de las imágenes y la potencia del mensaje de queja.

E inmediatamente me vienen a la cabeza cuatro tonadas del brit-pop de los 90s que, de alguna manera, me transmiten también ese sentimiento de alejamiento/desigualdad entre personas de diferentes sexos condenados a entenderse.


En un sentido puramente festivo, Blur nos ofrece Girls and Boys, una canción que celebra la vida pero enfrenta a chicos y chicas en el nacimiento del deseo sexual y explicita la pugna que se establece entre ambos sexos en ese despertar a la etapa adulta. El bajo funky que revolotea cual mariposa y pespuntea la canción es una llamada al disfrute adolescente que Francesca Woodman decidió perderse al suicidarse. Mientras que los cacofónicos teclados hacen chirriar nuestros oídos y el propio Damon Albarn los secunda por momentos con lamentos igualmente desafinados.


Más impresionante es el espíritu de Hombre Elefante que se respira al escuchar Creep de Radiohead. Un ser que se expresa desde el rechazo y repudio que sufre por quienes se supone que son sus semejantes. Pero nada más lejos de la realidad, pues no reflejan la más mínima misericordia hacia esta criatura. El guitarrazo/larsen del minuto uno es épico, así como el subsecuente falsete de Thom Yorke. Así como el clímax del minuto dos y cincuenta segundos, con Yorke desgañitándose como si en ello le fuese la vida.


Mi aportación en esta ocasión se limita a una versión de Mellow my Mind de Neil Young, que pide a su pareja le alivie del dolor de vivir, pues aunque ya ha dejado atrás un bajoncillo anímico por el que ha pasado, aún necesita de su ayuda para superarlo completamente.

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