martes, 8 de mayo de 2012

Atom Heart Mother de Pink Floyd (Cara A)

Buscando ayer material en youtube para el post de Supertramp, me topé con un Concierto de Pink Floyd en Saint Tropez allá por 1971, intentando plasmar los cuatro en directo la Suite de Atom Heart Mother (otras versiones recomendables son esta del Conservatorio de París, y esta otra de David Gilmour en solitario).

Me pareció tan entrañable, y me trajo tantos recuerdos, que no he podido menos que traer a colación una breve reseña / relato libre acerca de este disco.

En mi infancia / adolescencia tuve que hacer natación y pesas para fortalecer el músculo braquial de mi brazo derecho, que tengo menos desarrollado desde mi nacimiento. En las sesiones con mancuernas solía pincharme rock progresivo, pues sus largas partes musicales, sin letras que me distrajesen, me resultaban más cómodas para aguantar mejor el esfuerzo de las series.

Lo que ocurría es que al final acababas en una especie de trance, intentando llegar cada vez más lejos en el perfeccionamiento tanto de la calidad como de la cantidad de las alzadas, que lo música se te inoculaba como un veneno y pasaba a formar parte de tu corriente sanguínea / cerebral, como enchufada en vena.

Este quiere ser un viaje por la Cara A de Atom Heart Mother, esto es, la Suite.

Father´s Shout, se inicia el tema con sonidos no identificados de viento, que asociamos instintivamente a un motivo medieval, como de película de Ivanhoe / Excalibur, y por ahí, de celebración de un torneo o justa donde los caballeros pelearán por hacerse con el trofeo que les entregará al final una bella dama.

El motivo principal ya ha quedado perfectamente descrito por la orquesta y junto a los relinchos de caballos y el entrechocar de armas que llevan a un pequeño / momentáneo caos, oímos el ruido de una moto que arranca y se aleja, para nuestra sorpresa / consternación.

La orquesta se queda en cuadros y al órgano Hammond de Rick Wright y al bajo de Roger Waters, únicamente los acompaña un violín que alterna la parte solista de la melodía con el teclado, hasta que entra Nick Mason acompañando este placentero pasaje con su batería, como no queriendo molestar.

Si bien la entrada de David Gilmour a la pedal steel guitar, apenas marca ninguna novedad, pronto el número se torna agresivo en la ejecución tanto de Nick como del propio David y vuelven a entrar los vientos con toda su potencia. Con Breast Milky llegamos a un remanso de paz, guiados por el órgano de Rick, y unas voces blancas nos van llevando a un éxtasis creciente, y aquí es donde en mis ejercicios de pesas podía exigirle más al cuerpo, pues la tranquilidad de la música parecía relajar mi mente y mi brazo trabajaba a pleno rendimiento, sin que apenas si me resintiese o quejase por el cansancio.

A las voces blancas se van incorporando progresivamente otras más graves, hasta que la banda se vuelve a incorporar poco a poco, primero bajo y batería, pero en el mismo tono agresivo en que lo habían dejado antes de entrar las voces.

En Mother Fore desaparece cualquier atisbo anterior, y un órgano, bajo y batería monocordes y machacones dejan el camino expedito para que la guitarra de David luzca como nunca, con bellos punteos y un toque precioso como nunca antes le habíamos escuchado, que con el tiempo se confirmaría como el estilo Gilmour de tratar las guitarras. Voces disonantes casi cacofónicas, herederas de las voces búlgaras, declaman en un lenguaje indescifrable e ininteligible, hasta que vuelven a entrar la banda y la orquesta al completo.

Funky Dung es un pasaje "ruidista" emparentado con A Saucerful of Secrets, en cuanto a riqueza de efectos y experimentos con cintas, instrumentos y demás. En Mind Your Throats Please se retoma la melodía inicial dándole la voz solista al violín. En Remergence se van incorporando gradualmente los diferentes trozos que se han ido escuchando con anterioridad, para terminar en una apoteosis de banda y orquesta tocando a pleno volumen el motivo principal hasta el definitivo final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario