El Hechizo de tu Luz

Belleza mía, Oriente en tus venas,
son tus ojos vibrante incendio
tu sonrisa, seda hindú
tu tacto, cristal de Bohemia.

Eres Shiva y Amalur
sangrienta Diosa y Madre Tierra
caliente cual Cleopatra en el amor,
de tu poder arrogante dueña.

Dulce amiga, amante de mis sueños,
tus ojos, dos mortíferos dardos.
¡Quién pudiera besar los arrebatados
nardos de tu pelo rizado!

¡Hierática esfinge!,

tu pulcro cuerpo no transmite

el ardor que se fragua

en el volcán de tus entrañas.

Pero, ¡tus ojos! ...

claro de luna y azabache,

se trajeron consigo la luz andalusí,

y la elegancia del caballo árabe.

Dulce amiga de las verdes landas,

amorosa compañera de mis días,

¡quién pudiera desvelar el misterio

oculto en el profundo pozo de tu mirar!

Dulce Vishnú rediviva,

delicada musa de estas líneas,

¿quien sino tú refrenará

mis salvajes potros desbocados?

Eres caja de Pandora

y tesoro de mi gusto,

¡¡¡quiero aprehender, amiga mía,

de tu cuerpo, el embrujo!!!

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