sábado, 5 de mayo de 2012

The Velvet Underground & Nico (Cara A)

The Velvet Underground & Nico es uno de esos álbumes que mucha gente dice haber comprado / escuchado, sin que ni la compañía de discos ni el grupo lo hayan visto reflejado en sus bolsillos.

Estamos, por lo tanto, ante la típica obra de arte incomprendida y sin éxito comercial que, sin embargo, la élite alternativa que dirige los gustos retroactivamente reivindica de manera retrospectiva, si bien sin efectos para la caja del grupo, como hemos dicho. La historia del germen creativo y producción de este disco merece una breve reseña / comentario.

La Velvet Underground, grupo formado por Lou Reed, voz y guitarra, John Cale, bajo y viola, Sterling Morrison, guitarra, Maureen "Moe" Tucker, batería, malviven en la escena neoyorkina de la segunda mitad de la década de los 60s. Les cuesta conseguir bolos, hasta que Andy Warhol se cruza en su camino y les ofrece su mecenazgo, incorporándoles a su esfera de relaciones en torno a la Factory.

Este empujón les permite grabar su primer álbum, The Velvet Underground & Nico, esta última, es una modelo alemana impuesta por Andy para darle atractivo y vistosidad al combo. Lou abre el disco cantando Sunday Morning, una celesta lleva el peso de la melodía de la canción y Nico apenas si recita una ensoñación en el duermevela de una resacosa mañana de domingo.

Waiting for the Man, es una odisea por los bajos fondos, para buscar y encontrar la deseada droga que alivie la tensión de la abstinencia, pero mientras tanto nuestro hombre / dealer / camello se hace esperar, y esto ofusca nuestras neuronas y nos pone de muy mal humor. Canciones como Waiting for the Man, ampliarían la temática del rock al mundo adulto, más allá del tan manido chico conoce chica y se enamoran. Femme Fatale es un número basado en Edie Sedgwick, actriz del entorno de la Factory, a sugerencia de Andy, y la canta Nico.

Venus in Furs es una pesadilla literaria de amor sadomasoquista, con toda la parafernalia de dominación y fetichismo propia del género, tal y como exhibe la novela de Leopold von Sacher-Masoch del mismo título. De nuevo, Lou nos lleva por terrenos nada trillados en el rock, con sobresalientes resultados, pues la viola de John nos taladra las sienes de manera que nuestro cerebro parece estar sometido a una descarga de electroshock. Run, Run, Run, cuenta la historia de un mal chute y las consecuencias de pasearse por la cuerda floja de la adulteración y/o la sobredosis de heroína.

All Tomorrow´s Parties, es un buen número para cerrar la primera cara del disco, con Nico declamando las penurias de una moderna cenicienta que no tiene qué ponerse para acudir a los compromisos y fiestas a las que está invitada. Aunque Andy apenas si había participado en la elaboración del disco, más allá del diseño de la portada con el famoso plátano que se pelaba, limitándose a pasarse por las sesiones de grabación sin tener ni idea de lo que allí se estaba gestando, hay que reconocer que dejó su impronta en el concepto general de lo que debía ser un grupo de rock desde su perspectiva pop-art. En adelante, los miembros de la Velvet tendrían que componérselas sin Andy, y el choque de las personalidades enfrentadas degeneraría en una feroz lucha de egos.

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